SOBRE OS MESTRES E A SUA FUNCIÓN

3 de enero de 1943

MAGISTERIO

Por Ramón Suárez Picallo

Con los honores correspondientes a los grandes acontecimientos nacionales se inaugura hoy la Cuarta Convención Nacional del Magisterio Chileno.

Una reunión de maestros de un país, para tratar de sus problemas y de la alta misión que les está confiada, es siempre un suceso promisorio para un país democrático. El solo hecho de que se reúnan, bajo la advocación de su organismo sindical, amparado por la ley, con la presencia del más alto funcionario de la Educación Pública chilena, y con la representación de organismos obreros e intelectuales, significa que nuestra Democracia, proclamada en la Ley Fundamental, se afirma más día a día, como realidad incontrovertible en la vida de la Nación. Los forjadores de almas, aquellos que deben modelar a los gobernantes y a los gobernados del futuro, que les darán cerebro y personalidad, tienen derecho no sólo a eso, sino que son acreedores al respeto devoto y a la admiración rendida de la Patria y de sus ciudadanos.

Discutirán sus problemas, resolverán asuntos pedagógicos y usarán el derecho de petición ante los Poderes Públicos. Y serán escuchados, sin duda alguna, porque representan, dentro de una sociedad civilizada, el más noble y abnegado de los apostolados; aquel cuyas doctrinas y enseñanzas acompañan al hombre por todos los días de su vida. Y porque encarnan el supremo altruísmo de estar siempre dados, en esfuerzo y en espíritu, al mundo que nace y crece todos los días.

¡Saludos a todos los maestros chilenos, forjadores de almas y de cerebros!

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