Novo artigo de RSP (xa levamos máis de doce)animando ao consumo de peixe entre a poboación chilena e no que trata e analiza as causas de tal rexeite… 28 de enero de 1947 EL PESCADO Y LOS PESCADORES Por Ramón Suárez Picallo Se ha celebrado recientemente en Valparaíso el V Congreso de los Pescadores Chilenos, y entre otros acuerdos de gran interés gremial, aprobaron un proyecto de creación de una Central de Compras y distribución de productos marítimos, tendiente a fomentar un mayor consumo de pescado, en los grandes centros de población de la República, abriéndole cauces a una gran industria chilena y ayudando a resolver el problema de la alimentación popular, que es, hoy por hoy, el problema de los problemas para el pueblo y para el Gobierno. Fundamentando su acuerdo, los congresistas hacen varias afirmaciones ciertísimas, a saber: 1º Existe una total desorganización y desorientación referente al comercio de la industria pesquera en todos sus aspectos. 2º Por causa de intermediarios inescrupulosos, los productores no perciben una remuneración adecuada a su esfuerzo. 3º A su vez, los consumidores, por esa misma causa, no pueden consumir pescado abundante, barato y de buena calidad. 4º Se está desaprovechando una oportunidad magnífica para fomentar en el pueblo chileno la costumbre de sustituir en su dieta, la carne, escasa, cara y mala por el pescado, nutritivo, abundante, barato y exquisito. Todas las afirmaciones enunciadas constituyen verdades irrefutables; pero falta otra, que se refiere a los propios pescadores, y es ésta: en Chile, la industria pesquera, en todos sus aspectos, ha tropezado siempre y tropieza aún hoy, con un obstáculo de gran volumen: la falta de conciencia gremial, de sentido de responsabilidad, económica y comercial del pescador chileno que se considera un deportista, que trabaja cuando quiere y como quiere, según sean sus necesidades inmediatas, sin tener en cuenta que una industria nueva de consumo popular hay que servirla con regularidad para mantener su clientela y acrecentarla. Algunas veces, hace apenas unos días, hemos leído que los pescadores de cierto puerto, próximo a Santiago, arrojaron al mar cantidades importantes de pescado por falta de precio remunerador, mientras en la misma población y aquí en la capital numerosas familias pobres no podían probarlo por falta de recursos; inaccesibles a los precios oficiales, o mejor dicho, a los precios que le fijan los acaparadores. No queremos que nuestros amigos, los pescadores, vean en lo que antecede una censura ni un ataque. Bien sabemos que todo responde a un estado de cosas, señalado muchas veces desde estas columnas, como de indolencia, incompetencia y menosprecio, a una tan caudalosa fuente de riqueza como es el mar chileno. El latifundio, la mina y un comercio artificial que quita mucho y no pone nada en la riqueza de la Nación, absorben todas las atenciones, mientras el mar, que lo da todo y no pide nada, está debajo de la mano de todos menos de los que lucran con el esfuerzo del productor y con la necesidad del consumidor de sus bienes. Así como hay en Chile los grupos de mineros, de campesinos, de empleados etc., hay o debe haber el grupo social de los pescadores; pero éstos tienen deberes distintos que cumplir, según las especiales características de su trabajo y de su función social, como pioneros de una nueva fuente de riqueza de la que ellos han de ser los primeros beneficiados. Confiarle a una institución oficial todos los complejos problemas de la industria pesquera, sin que esta industria esté consolidada y perfilada todavía, es, a nuestro juicio, malograrla en sus orígenes. Es atiborrarla con una burocracia improductiva e inepta. Bien está regular ganancias y costos, vigilar el transporte, hacer frigoríficos, establecer plantas industriales, abrir nuevos mercados y todo lo demás. Pero todo ellos, ¿no pueden hacerlo los propios pescadores, mediante en sistema de cooperativas, protegidas y subvencionadas, eso sí, por el Estado, pero administradas por los propios interesados? Si la organización sindical de los pescadores chilenos, por su cuenta y riesgo, abordase estos problemas, de tipo técnico y económico, y tratase de resolverlos, daría una nota original en el panorama de la República, y prestaría un gran servicio a la causa proletaria, demostrando que los trabajadores –sin necesidad de intermediarios- pueden administrar por su cuenta y con provecho el producto de un trabajo. Sería mucho más interesante que las declaraciones teóricas y los votos políticos, referidos a terceros que generalmente no saben de lo que se trata. El gremio de pescadores, por sus características especialísimas, por la índole independiente de su trabajo, y por su condición de entidad nueva, puede dar aquella nota y prestarle un gran servicio a Chile. Por de pronto, es digno de subrayarse el acuerdo de su último Congreso, preocupándose de varios aspectos verdaderamente interesantes, de la industria y del comercio del que son primeros y esenciales forjadores. (Artigo publicado no xornal La Hora, en Santiago de Chile, o día 28 de xaneiro de… 1947) |
AREAL. Revista Cultural de Sada. AC Irmáns Suárez Picallo
Revista dixital da Asociación Cultural Irmáns Suárez Picallo de Sada