Ben coñecida foi a actitude e asañamento de Franco ante os autonomistas ou “roxos-separatistas”; de ahí a premonición ou presentemento de RSP: “Galicia, Euzkadi, Cataluña…y todos los otros pueblos con personalidad propia, vivirán sus regímenes autonómicos regionales, municipales y comarcales, pero no con Franco ni con régimen cesarista.”(Aínda que terán que pasar trinta anos para ver cumplidas tales palabras.)
Los observadores políticos han interpretado este inusitado discurso del caudillísimo como un llamado a Cataluña, Euzkadi y Galicia, cuyas autonomías había facilitado la República dando paso a sus Estatutos, regionales y cuyas masas populares desde los católicos hasta los anarco–sindicalistas -ahí está demostrándolo el caso de la magnífica huelga general del País Vasco, donde han combatido y seguirán combatiéndolo, al régimen imperante en la Península- para atraerlas a la órbita de sus simpatías.
Franco y su régimen, desde el primer día de su dominación, se ensañaron singularmente con los autonomistas de los mencionados pueblos hispánicos. Los fusilamientos de Companys y Carrasco Formiguera con centenares más en Cataluña; de eminentes ciudadanos y sacerdotes del País Vasco; de Alexandro Bóveda, Antonio Suárez Picallo , Ángel Casal y cien más, en Galicia, no tuvieron otra explicación que el calificativo de “rojos–separatistas”, por los servicios prestados a la autonomía de sus países, dentro de las normas establecidas en la Constitución de la República Española, en sus artículos 11 al 16.
A las largas, después de aquellas horribles matanzas a los 10 años de la iniciación de la guerra que causó dos millones de muertos al grito de “España una grande y libre”, viene ahora el gran responsable de la catástrofe, proclamando ideas por las cuales llevó al patíbulo a decenas de miles de españoles.
“Tarde piache” o como se dice en Galicia: “estate por alí que xa te chamarei ”.
Galicia, Euzkadi, Cataluña, Valencia, Andalucía, Extremadura, las Castillas, Murcia, León, Asturias y todos los otros pueblos con personalidad propia, vivirán sus regímenes autonómicos regionales, municipales y comarcales, pero no con Franco ni con régimen cesarista.
Porque Franco, hablando ahora de “autonomía y descentralizaciones”, es el símil del verdugo que menciona la cuerda en la casa ahorcado.