FAMILIAS NUMEROSAS NO FRANQUISMO

RSP comenta, dende o exilio, as calamidades e sufrimentos que padecen estas familias de 10,15,17 e maís fillos e que optan a un premio dunhas parcelas de terra, cando son merecentes de moitísimos maís recoñecementos pola miseria, penurias e dificultades polas que están a pasar…

5 de febrero de 1947


UN PREMIO MERECIDO, PERO MUY PEQUEÑO



Por Ramón Suárez Picallo


De la Sección “Noticias católicas”, de “El Diario ilustrado”, tomamos al pie de la letra la siguiente noticia:

“Madrid –febrero: El Instituto Nacional de Colonización, ha otorgado a diez matrimonios campesinos españoles, los premios de un concurso para familias numerosas, que consisten en parcelas de tierra, valoradas cada una en 50.000 pesetas. Ciento veinte hijos reúnen los triunfadores.”

Los requisitos exigidos a los concursantes eran: no ser propietarios de tierra y tener 15 o más hijos, de los cuales, por lo menos diez debían vivir bajo la patria potestad.

Compitieron numerosísimas parejas de todas las regiones del país; las más numerosas con 17 o 19 hijos. Ocho se presentaron con 16 hijos y 12 con 15, pero ninguno de éstos logro premios, por no reunir la segunda de las condiciones exigidas.

Las familias favorecidas, que cuentan con 11 o 14 hijos, viviendo a costa de sus padres, entrarán en seguida en posesión de sus tierras.

Pocas veces se ha concedido en el mundo un más y mejor merecido premio que éste cuya noticia acabamos de transcribir. Una familia sin tierra, que tiene en la España de hoy que dar de comer a 11, 14 o a 15 hijos, merece, no ya 50 mil leandras en tierras monda y lironda, árida, y a lo mejor infértil, sino que merece mucho más. Merece, cuando menos la Cruz Laureada de San Fernando, la de san Hermenegildo, la de Alfonso Décimo, el Sabio, la de Isabel Católica, la de Carlos Tercero, la de María Cristiana, y además, la universalísima del Monte Calvario; porque ninguna de ellas, ni todas ellas juntas, serán premio suficiente para recompensar su angustia y su martirio. Sentimos no saber el nombre de los “agraciados” con la prole y con el agasajo, porque, si lo supiésemos, propondríamos su canonización y su elevación a los altares, si no como vírgenes, sí como mártires indiscutibles.

Un kilo de pan negro vale en España 4 pesetas; un kilo de tocino 50; un kilo de papas 5 pesetas, y un kilo de arroz, 100 pesetas, todo según el precio de tasa; en el mercado negro –que es el único sitio donde se pueden conseguir esos productos– valen diez veces más.

Mantener, en tales condiciones, un hogar con 11, 14 o 15 bocas sin tener bienes, es un milagro mucho mayor que el de la multiplicación de los peces y de los panes. Mientras tanto, el lector no español, se preguntará:

¡Cómo es posible que con tales angustias, hayan matrimonios que tienen más de 10 hijos? La respuesta es ésta, que damos nosotros. La da don Benito Galdós:

Los españoles, cuando no pueden hacer ninguna otra cosa, se dedican a tener hijos.

Por eso en todos los periodos de dictaduras y tiranías, aumenta siempre, considerablemente, el censo de la población de España. Y son todas las dictaduras las que premian a las familias numerosas, aunque los vástagos de ellas vivan en la miseria.



(Artigo publicado no xornal La Hora, en Santiago de Chile)
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