Triste artigo.O título xa o di todo.¡Horror e odio oito anos despois de rematada a guerra! Se sigue a matar por cuestións políticas nun pais civilizado e con fondas raíces cristianas.Aínda hoxe, moitas familias están a buscar os restos dos seus “desaparecidos” durante os inicios da rebelión…
1 de septiembre de 1947
SIGUEN LAS EJECUCIONES EN LA ESPAÑA DE FRANCO
Por Ramón Suárez Picallo
La agencia oficial y oficiosa del gobierno de su Majestad Británica, ha publicado días pasados una información estremecedora de la España franquista. En efecto, el miércoles 27 del mes próximo pasado, anuncia la ejecución de 14 presos políticos españoles por combatir al régimen allí imperante. Los reos habían sido condenados a la pena capital hace varios meses, y tuvieron, por lo tanto, que soportar una larga y angustiosa agonía, esperando, día a día, hora a hora y minuto a minuto, el trágico instante de comparecer ante el piquete ejecutor, de espaldas al paredón. La noticia que comentamos dice, además, que no se saben los nombres de los ejecutados, ¿Para qué? Las madres, las novias, las esposas, las hijas y las hermanas de los “interfectos”, guardan esos nombres en el fondo de su corazón, para cobrarlos en su día con réditos y a interés compuesto. ¡Y que hablen, después, los pacifistas de hacer de la gran tragedia de España un capítulo muerto en la historia; una especie de “borrón y cuenta nueva”! ¡Dios los tenga de su mano!
Porque espanta, asombra y horripila al más pacífico de los seres humanos, pensar que a los ocho años de terminar la guerra civil, se sigue fusilando a mansalva por motivos políticos, en grupos de a catorce, de a veinte y de cincuenta, incluso sin dar los nombres de los reos, como si se tratase de “lotes de cosas”, que se liquidan así como así, innominadamente en un mercado regido por el estraperlo.Tremenda y nunca vista crueldad, absolutamente extraña al mejor espíritu español, que a lo largo de feroces y largas guerras civiles, no supo nunca de la bajeza que significa el ensañarse con los vencidos. Herencia trágica y vil del nazismo alemán y del fascismo italiano, que, después de una pavorosa guerra, ganada contra ellos, sigue imperando en España en sus aspectos y manifestaciones más innobles, matando al adversario político a sangre fría, a la vista de un mundo cobarde, deshonrado y claudicante, que aún tiene la osadía de llamarse cristiano y civilizado.
Pero sobre la tumba de los catorce ejecutados en Carabanchel, anónimos héroes contra la tiranía de su patria y hasta la capilla de los otros once condenados a igual pena, que esperan suerte idéntica, vaya la bendición cordial de los hombres de bien, y la oración estremecida por el descenso de sus almas.
(Artigo publicado no xornal La Hora, de Santiago de Chile o día 1 de setembro de… 1947)