ENFERMIDADES CARDÍACAS EN 1950

Unha vez maís RSP, comenta noticias médicas, neste caso refírense a doenzas do corazón e o seu tratamento, para despois concluir que os persoeiros humanistas e ilustrados, a pesares que a cardioloxía avanza, morren de doenzas ao corazón, e máis que por causas físicas sostén que se debe a causas psíquicas…


6 de junio de 1950
La Feria del Mundo

EL CORAZÓN


Por Pick-Up (Ramón Suárez Picallo)

Un equipo de ilustres médicos cardiólogos ingleses, está haciendo sensacionales maravillas, operando en forma nueva a los enfermos del corazón. Al procedimiento se le lama “Cirugía del dedo” y consiste en dejar totalmente descubierto la noble víscera, metiéndole directamente el dedo índice a la válvula dañada, y haciendo restaurar el torrente circulatorio de la sangre.

Los resultados, según informa el “British Medical Journal”, de Londres, han sido magníficos, pues de nueve enfermos tratados, siete resultaron sanos y dos murieron, lo cual, desde el punto de vista de la Estadística médica, es altamente favorable para la ciencia cardiológica.

Quizás el lector no haya reparado como en los últimos tiempos, los hombres más ilustres de las letras, las artes, las ciencias, la diplomacia y la política, mueren en su mayoría, afectados por males del corazón, mientras la ciencia medica, especialmente en la cardiología, progresa a pasos agigantados, en materia de operaciones, artefactos y tratamientos para todo género de afecciones al respecto.

Y es curioso observar como los enfermos cardiacos más ilustres del mundo, son humanistas, poetas y artistas; es decir, gentes dadas a servir a las más nobles emociones del sentimiento humano; aquellas que, según los poetas eran y son atributo del corazón, mucho antes de que los médicos lo redujesen a la simple condición de órgano central de la circulación de la sangre. ¿Hasta qué punto las enfermedades del corazón, pueden localizarse en un cuadro de factores físicos y fisiológicos? ¿Y hasta dónde influyen en su desarrollo las emociones, las angustias, los desconsuelos, las desesperanzas de una generación malograda por las dos guerras más grandes y más inútiles de toda la historia del género humano?

He aquí un bello tema, de actualidad palpitante, para ser desarrollado por los poetas y los psicológicos atentos al corazón, como centro de nobles sentimientos frente a los médicos y cirujanos, que lo miran, tratan y juzgan sólo a través de una radioscopia o de un electrocardiograma, como órgano central de la circulación de la sangre.

Porque es muy posible, casi seguro que el incremento actual de las enfermedades cardiacas, no sea cosa de operaciones, con el dedo o con el bisturí, con digitales, trinitrinas ni cardiominas, sino que, más bien de una operación colectiva universal y trascendente, que le ofrezca al hombre de nuestra época, a la criatura humana educada en el Humanismo del siglo XIX a la paz de su corazón y la placidez de su espíritu, para que la choza le sea trocada en Paraíso, al decir del gran poeta francés que se llamo Víctor Hugo. Mientras tanto, allá veremos lo que resulta, para los enfermos del corazón, del experimento físico y científico puesto en práctica por el equipo de médicos ingleses que tratan a la noble víscera cordial, como tratarían a una protuberancia cualquiera nacida en la más inferior de las extremidades.

Y, como resumen, a lo dicho, dicho. La gente más ilustre de nuestra época se muere del corazón, no tanto por causas físicas, sino que más bien por causas psíquicas; la angustia, el desconsuelo, la desesperanza y la falta de Fe.

(Artigo publicado no xornal La Hora, en Santiago de Chile o día 6 de xuño de… 1950)

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