Con motivo de constituirse en Chile unha Federación Colombófila,RSP escribe este artigo, no que seguindo a tradición, os militares están ao frente de tal institución.Hoxe en día,no século XXI, os exércitos están a prescindir de tales servicios para as comunicacións.Sí existen sociedades colombófilas nas que todavía moitas persoas entusiastas e amantes das pombas, as adiestran e preparan -ainda que limitándose a funcións competitivas- e tamén actúan como comenta o autor na ultima parte do seu artigo…
26 de noviembre de 1943
COLOMBOFILIA
Por Ramón Suárez Picallo
En Chile acaba de constituirse una Federación Colombofilia, que agrupara en su seno, a todas las sociedades del país, fundadas y por fundarse, que se dediquen a tan culto, espiritual y bellos menester. La preside el Teniente Coronel de Ejército, don Simetrio San Román Romero, acompañado en el Directorio por otros militares distinguidos, pertenecientes a las diversas armas. Se pidieron altos apoyos y se estudiaron iniciativas, tendientes a dar eficacia a la obra de la Federación. Muy bien hecho, cuanto rehaga a favor de la Colombofilia y vaya nuestro aplauso y nuestros votos a la simpática iniciativa que hasta en el carácter de sus hombres, sigue la trayectoria de todas las instituciones similares del mundo. ¡Los hombres de armas llevar, los defensores de la Nación, son en todas partes, los mejores amigos de las palomas! Hemos conocido a un general, héroe de su país, bravo, como un león, que lucía orgullosamente entre cien cicatrices y diez condecoraciones, bien ganadas en el campo de batalla, el galardón máximo de la Asociación Internacional de Colombófilos, que colgaba en el pecho en los días de gran Sala.
Pero, también, los civiles somos colombófilos muchísimos. Nosotros conocemos uno, que le recomendamos a la novel sociedad como una verdadera adquisición. Es un mozo rubio, alto, checoeslovaco, grande como un hércules, ciclista, estudiante, con cara de niño. Todos los días de Dios, a la una y media de la tarde, se planta en la esquina de París y Londres, con sendos pedazos de pan y cartuchos de granos, que les echa cariñosamente, a todas las palomas del barrio. Se queda allí un buen rato hasta estar rodeado de sus alados amigos y termina teniendo una paloma en cada mano comiendo afanosamente granos y migas de pan.
Pero, también, los civiles somos colombófilos muchísimos. Nosotros conocemos uno, que le recomendamos a la novel sociedad como una verdadera adquisición. Es un mozo rubio, alto, checoeslovaco, grande como un hércules, ciclista, estudiante, con cara de niño. Todos los días de Dios, a la una y media de la tarde, se planta en la esquina de París y Londres, con sendos pedazos de pan y cartuchos de granos, que les echa cariñosamente, a todas las palomas del barrio. Se queda allí un buen rato hasta estar rodeado de sus alados amigos y termina teniendo una paloma en cada mano comiendo afanosamente granos y migas de pan.
He aquí un aspecto de la colombofilia popular, que estimulan y fomentan y premian las asociaciones del ramo y los municipios de algunas grandes ciudades, famosas por su cultura. Lo hará también la Federación Chilena, cuando pueda hacerlo. Mientras tanto, nuestros mejores votos por su éxito.
(Artigo publicado no xornal La Hora, en Santiago de Chile el día 26 de novembro de… 1943)