VERMES DE SEDA

O descubrimento do nailon en 1935,por Wallace Hume Carothers, e a sua posterior pantente no ano 1938 fixeron que esta nova fibra sintética forte e elástica, que non precisa planchado e se utiliza na confección de medias, texidos e telas de punto,cepillos de dentes e paracaídas, reemplazara en parte á seda…
Coa sua característica sorna, RSP faise eco da nova na que se comenta os estudios dos entomólogos xaponeses interesados en que os seus vermes de seda produzan un texido máis resistente…

23 de diciembre de 1947

EL SECRETO DEL GUSANO DE SEDA

Por Ramón Suárez Picallo

Un grupo de pacientes entomólogos japoneses están empeñados en adiestrar a los gusanos de seda para que produzcan un tejido más resistente y más bonito que el nylon norteamericano, a fin de no perder el mercado mundial sedero, que está siendo copado por los Estados Unidos

Según informaciones ya publicadas, algunos industriosos bichitos han correspondido plenamente a los desvelos de sus martirizadores, produciendo hilos abundantes y preciosos, después de varios experimentos. ¿Y sabe el lector como bautizaron a uno de estos animalitos? Pues, le pusieron de nombre “Avión Nº 1”. No sabemos que relación pueda tener un gusano de seda con un avión numerado, como no sea el complejo del “apadrinador” que, entomólogo y todo, puede que aún se sienta “piloto suicida”. Bien suele decirse que el zorro pierde el pelo, pero no las mañas.

Pero no es eso sólo. Un campesino llamado Hirano, ha criado un gusano que en vez de dar un hilo como los demás, da un producto especial ya casi elaborado, como para hacer con él un kimono. A éste le llaman simplemente el número 123 y sus habilidades se guardan en riguroso secreto. Es posible que a estas alturas los Servicios de Información del General MacArthur anden tras la pista de estos animalejos, tan laboriosos y tan obedientes en guardar secretos.

Mientras tanto, los japoneses sin duda “para despistar”, bautizaron a otro gusano con nombres más amables y claros. Son dos especiales, también muy laboriosos, y se llaman “Larga Paz” y “Tranquilidad”. Más aún así, cualquiera se fía de apariencias pacíficas y tranquilas, tratándose de japoneses, aunque sean gusanos…


(Artigo publicado no xornal La Hora, en Santiago de Chile o día 23 de decembro de… 1947)

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