O FÚTBOL VISTO POR SUÁREZ PICALLO

Novo artigo de RSP agora sobre o fútbol chileno a pesar “de no saber ni jota de técnica futbolística”…

22 de noviembre de 1947

EL CHUNCHO DE LA CATÓLICA

Por Ramón Suárez Picallo

Una hermosa fiesta de luz, de alegría y de gracia juveniles fue, ciertamente, el clásico partido de fútbol disputado entre los conjuntos de las dos grandes Universidades de la República: la Chile y la Católica, donde se luce a plenitud el ingenio inagotable de la estudiantina chilena.

Para quienes no sabemos ni jota de la técnica futbolística; que sólo vemos en estas justas a dos grupos de once muchachos cada uno, emperrados en meter una pelota en el arco contrario con la brava oposición de un arquero, empeñado en que tal cosa no ocurra: que no creemos que el globo terráqueo deje de girar sobre su eje, si la pelota entra en éste o en aquel arco; que estamos seguros de que la próxima guerra no será evitada, cualquiera que sea el número de goles que un equipo le meta al otro, la cuestión se limita a presenciar un espectáculo originalísimo, en el cual, 60 mil personas, generalmente serias, están, mental y espiritualmente, pendientes de la agilidad pedestre de 22 muchachos corriendo todos ellos detrás de una pelota. Por eso no entramos ni salimos en el “score” apuntando en el partido que venimos comentando, absoluta y rotundamente desfavorable para la Universidad Católica; preferimos, en cambio, referirnos a las “tallas” en las que el “Alma Mater” que fundó, hasta hace cinco décadas, Monseñor Casanova, salió muy bien parada en esta aspecto de la bella fiesta deportiva.

La más ingeniosa, y la peor intencionada de todas, fue una que no trascendió al público, por estar “fuera del programa”.

Cuando la Chile le metió a su rival el tercer tanto, un joven “hincha” de la Católica, descompuesto y enfurecido, exclamó: – Aquí hay “chuncho”. ¿Quién es el “chunco” de la Católica?

A lo cual un vecino suyo, de asiento, con deliciosa y aparente ingenuidad, replicó con esta otra pregunta: “¿No andará por ahí Monseñor Salinas?”

(Artigo publicado no xornal La Hora, en Santiago de Chile o día 22 de novembro de… 1947)

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